“Es él, es él”, debió gritar el capturador de terroristas apretando los ojos aparentemente para enfocar, pero sobre todo para no perder ningún tipo de detalle de quien desde ese momento sería su enemigo.
La política de fomentar la sombra de la desconfianza relacionando a los escasos movimientos de derechos humanos críticos —que hacen explícita y evidente ciertas incoherencias de la sociedad en que vivimos— con una amenaza terrorista es uno de los más peligrosos legados que nos puede dejar el 11-S. La posibilidad de que —como ahora ha sucedido con Israel— cooperantes de ONGs, periodistas y civiles sean retenidos contra su voluntad acusados —de forma no transparente— de estar relacionados con algún tipo de terrorismo es la excusa perfecta e infinita que pueden utilizar los miembros del Establishment.
Los ocupantes del buque Mavi Marmara se unieron en un viaje conmovidos por las necesidades básicas del pueblo de Gaza —las cuales se ven acentuadas por el bloqueo israelí— y por la posibilidad que cada uno de ellos encontró de poderles ayudar. La ONU y varios países han aceptado la crisis humanitaria que vive Gaza y la falta de recursos que afronta su población. Ello es un hecho y aunque así no fuese ¿es la propaganda política un crimen para Israel? se preguntaba en un video, un activista que viajaba en el buque Mavi Marmara.
¿No podemos nosotros, los habitantes del mundo, no estar de acuerdo con ciertas políticas globales que empobr
ecen cada vez más a sus ciudadanos y benefician a ciertos capitales privados? ¿No podemos los nuevos jóvenes y ya no tan jóvenes hastiarnos de la cobardía de nuestros dirigentes, que ya no se atreven a defender la actuación de sus propios ciudadanos contra actos que saben corruptos?
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Los ocupantes del buque Mavi Marmara se unieron en un viaje conmovidos por las necesidades básicas del pueblo de Gaza —las cuales se ven acentuadas por el bloqueo israelí— y por la posibilidad que cada uno de ellos encontró de poderles ayudar. La ONU y varios países han aceptado la crisis humanitaria que vive Gaza y la falta de recursos que afronta su población. Ello es un hecho y aunque así no fuese ¿es la propaganda política un crimen para Israel? se preguntaba en un video, un activista que viajaba en el buque Mavi Marmara.
¿No podemos nosotros, los habitantes del mundo, no estar de acuerdo con ciertas políticas globales que empobr

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